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La realidad es aplastante: la industria mundial de la belleza produce cada año millones de envases, la mayoría de los cuales llevan materiales no reciclables. Hay estudios que indican que hasta el 56 por ciento de los consumidores no recicla los productos de cosmética de la forma adecuada. En contraste con los productos de la cocina, que sí se reciclan un 90 por ciento. En consecuencia, cada año vertemos a los océanos millones de toneladas de plástico... y eso es solo la punta del iceberg. Los datos son escalofriantes; pero si según las estadísticas tantos consumidores son capaces de reciclar los residuos de la cocina, la cosa sugiere que en realidad no estamos muy enterados de lo que podemos reciclar o no en materia de cosmética, y terminamos por no hacer nada en absoluto.
Todos nos hemos aplicado en tener dos cubos de basura o más en la cocina, unos para reciclar determinados materiales como el cartón y otro para los desperdicios orgánicos en general. El problema es que muchos productos de belleza contienen varios materiales distintos, por lo que el consumidor a veces se confunde y no sabe cómo reciclarlo correctamente.
¿Qué productos de cosmética se pueden reciclar?
En general, los envases de vidrio siempre son reciclables, el plástico por lo general también lo es, pero hay ciertas normas a tener en cuenta antes de echarlos al contenedor. Como regla universal, los dosificadores o cuentagotas no se reciclan, ya que están compuestos por varios materiales distintos, así que es esencial quitarlos antes para asegurarnos de que el producto restante se recicle. También es esencial que no quede producto dentro del envase.
¿En qué contenedor desechar los cosméticos?
Es importante reciclar los envases de cosmética, independientemente de si hemos podido consumir el producto antes de caducar o no. Los envases de plástico, que son muy comunes, deben tirarse en el contenedor amarillo. Los envases de vidrio, más habituales para cremas o bases de maquillaje, deberán depositarse en el contenedor verde. Si no estás seguro sobre el material del que está hecho el recipiente, deposítalo en el contenedor para restos. Las plantas de tratamiento se encargarán de gestionar estos residuos para así darles una nueva vida.
Cuidar el planeta debería ser una preocupación de todos y no convertirse únicamente en una moda, y menos pasajera. Separar la basura para reciclar o reducir la cantidad de residuos que se generan, son algunas de las prácticas que tienes a tu alcance. Y es que cada vez son más las personas que apuestan por llevar un estilo de vida más sostenible y que están cambiando su forma de consumir. Una alternativa que cada día suma más adeptos a la hora de cuidar el cabello y la piel es apostar por la cosmética sólida, ya que no requiere de plásticos en su envasado, lo que la convierte en la opción más responsable con la naturaleza. ¿Ya has probado nuestro champú Solido?