Gracias a su alto contenido en vitaminas, minerales y, sobre todo, isoflavonas con propiedades antioxidantes, se ha descubierto que la soja ayuda a mantener los niveles de hidratación de la piel altos de forma constante. Y es que esta planta actúa como antioxidante y evita la acción de los radicales libres actuando en el perfil lípido de la piel y favoreciendo la creación de colágeno. Actúa sobre las manchas causadas por la menopausia o la exposición al sol.
Todo debido a que la soja es una legumbre altamente proteica, rica en lecitina y ácidos grasos omega-3 y omega-6. Aporta minerales como el hierro, cobre, magnesio, fósforo, potasio, manganeso y vitaminas como la K, la tiamina, la riboflavina y folatos. A esta leguminosa se la define como un principio activo hidratante inteligente, ya que si bien todos los tipos de pieles se ven mejoradas por la soja, las pieles secas y maduras son las que más se benefician, ya que actúa como hidratante, regenerador, nutritivo, suavizante y protector de la piel. También contiene isoflavonas que favorecen el correcto funcionamiento del metabolismo celular, ayudando a que la piel respire mejor.